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21 febrero 2012

Cuando un guión lo es todo

Hablo desde esta oscura madrugada buscando un atisbo de luz en esta neblina de frío, desasosiego y dulces que aplazan el sueño unas horas.

Hoy he tenido una de esas charlas que cambian de parecer ya que gracias a ellas ves los fallos más frecuentes que haces (o has hecho) en tu vida.

Y esta vez ha sido referente a mi libro.

En la revisión que estoy llevando a cabo pienso soterrar unas cuantas cosas singulares de la historia dado a que se pueden interpretar mal o bien son demasiado llamativas. Por no decir los parecidos razonables con ciertas historias que no nombraré ni ahora ni en otro momento.

Es decir, que pretendo cambiar el inicio de la historia.

¿Por qué? Muy sencillo, empecé a escribir esos capítulos en mi infancia narrativa por lo que hay muchos fallos en el guión y se evidencian cosas a mejorar. Es cosa que sucede a partir del capítulo 30 (o bien, la trama en el país de Ramber)

Pero no serán cambios radicales pero si advierto que puede alterar la longuitud de los capítulos y la trama puede oscilar en cuanto a tiempo. Ahora todo es algo caótico pero iré encajando poco a poco las piezas de este rompecabezas que pretendo resolver.

Gracias a una ayuda inestimable, cuento con apoyo, ánimos e inspiración para continuar con esta revisión y sus posteriores capítulos.

Y gracias, lector,  por seguir leyendo mis episodios ^^

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